Hace poco, un amiguete, un poco cocinillas, me comentaba que una de las cosas que no sabe hacer, y es parte importante de muchas recetas, son los caldos y que utilizando caldo en pastilla, los resultados de casi todas sus comidas eran similares en sabor, y aunque estaban ricas, lo que buscaba era un toque más casero.
Ni corto ni perezoso, empecé a hacerle preguntas, intentando averiguar el tipo de receta que intentaba cocinar y ha explicarle la cantidad de caldos de pollo que se podían hacer.
Que si los chinos hacen un caldo claro de pollo y pato,... que si para hacer un buen caldo debes cocinarlo 3 ó 4 horas, o... que si las verduras que aromatizaban el caldo, debían ser unas u otras dependiendo de la receta...
Cuando termine de explicarle me contestó: Bueno y ahora que ya has vacilado bastante ¿Me explicas como hacer un caldo sencillito?
La verdad es que me gusta vacilar, quiza demasiado, así que me quede callado y le di la siguiente receta.
- 2 litros de agua
- 3 esqueletos o caparazones de pollo
- 3 zanahorias
- 2 puerros (solo lo blanco)
- 2 ó 3 hojas de laurel
- 1 par de ramitas de perejil
- Sal y unos granitos de pimienta negra o de Jamaica
Con estos ingredientes hay suficiente para hacer un buen caldo de pollo.
Pondremos todos los ingredientes en agua fría y lo cocinaremos durante al menos media hora.
El líquido debería reducir hasta que fuera la mitad del que hubiéramos puesto, en este caso nos quedara 1 litro aproximadamente. Pero para hacer un caldo en condiciones, se necesita un poco más de paciencia.
Para conseguirlo haremos lo anterior, pero en vez de cocinarlo media hora, lo pondremos a fuego lento, y lo iremos desespumando a cada rato para que nos quede transparente.
Dejaremos que reduzca hasta la mitad de su volumen, durante el tiempo que necesite, sin subir el fuego. La cocción debe ser lenta para que no nos quede turbio y, al final, rectificaremos de sal y lo colaremos con un colador fino.
Si no vamos a gastarlo todo o lo preparamos para tenerlo de reserva, podemos congelarlo. Usaremos las cubiteras para este propósito, colocando en una bolsa los cubitos y guardándolos en el congelador. De esta manera podremos gastar lo que necesitemos en cada momento.
Mi amigo quedo satisfecho, espero que vosotros también.
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