Seguro, hay muchos de nosotros, que disfrutamos de tener familia en Castilla y de los platos sencillos, pero sabrosos, que allí podemos encontrar. Una de las recetas que más me gustan, tanto por su sencillez como por su sabor, es la de las patatas revolconas.
Pensemos que para combatir el frió y el trabajo en el campo de Castilla, cosa importante, era la alimentación, en la que podremos encontrar platos muy energéticos. Este es uno de ellos, pero vamos a la receta que es a lo que estamos.
- 5 patatas medianas
- 300 gramos de panceta fresca
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 1 cucharada sopera de pimentón
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita de perejil picado
- Sal y pimienta blanca
Después de cocer las patatas limpias y troceadas, en agua salada durante unos 20 minutos, empezaremos por salpimentar la panceta y cortarla en trozos no muy grandes.
Calentaremos el aceite en una sartén en la que freiremos los ajos y la panceta hasta que este dorada. A fuego medio para que la panceta no se nos quede cruda y para que no se nos queme el aceite, terminaremos de hacerla y la retiraremos quitándole los ajos, pues no los utilizaremos más que para dar aroma.
En la sartén con el aceite y la grasita de la carne, pondremos el pimentón con cuidado de que no se nos queme.
Después de unos segundos lo apartaremos del fuego y se lo añadiremos a las patatas machacándolas inmediatamente con un tenedor para que no se queden hechas puré, sino que todavía podamos encontrar trozos pequeños de patata.
Añadir la panceta y remover.
Si nos gusta el picante podemos preparar este plato con pimentón picante, valga la redundancia, ya que lo acepta perfectamente.
Para presentar, lo mejor es utilizar un cacharro de barro y un poco de perejil picado en el tope para dar color.
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