La verdad es que esta receta no es un plato completo, más bien es una guarnición que podemos utilizar para muchos segundos platos.
Hace ya algunos días, preparamos una receta de escalopines a los que les va de maravilla esta guarnición, que pese a su sencillez nos puede aportar un toque semi-dulce a gran cantidad de platos.
Aunque en la mayoría de los hogares nos conformamos con las típicas patatas fritas o en puré, las guarniciones podrían ocupar un extenso terreno dentro de la cocina, pues a todos nos gusta paladear varios sabores, de tal forma que siguiendo al plato esta el acompañante.
Un acompañante, que si es compatible con el acompañado, nos hará disfrutar mucho más que a solas. Sigo hablando de la guarnición. ;-)
Esta receta proviene de la vecina Francia, y aunque esta es una variación, podríamos decir, que es un plato de la cocina francesa de toda la vida.
Los ingredientes son los siguientes:
- 1/2 kilogramo de zanahorias babies
- 1/2 vaso de brandy
- 2 cucharadas soperas de salsa de soja dark
- 2 cucharadas soperas de mantequilla
Pelaremos las zanahorias, pero no le quitaremos los brotes superiores, para que el verde de los brotes contraste con en naranja de las zanahorias. A veces las babies vienen muy limpias y no merece la pena pelarlas, en ese caso prescindiremos de lo dicho anteriormente y solo las lavaremos.
Preparemos una cacerola con agua y la salsa de soja, pero con un litro de agua bastará, pues si usamos más agua, necesitaremos también más salsa de soja. Añadirle salsa de soja al agua potenciará el sabor de las zanahorias sin salarlas.
Blanquearemos las zanahorias en agua hirviendo con la salsa de soja, alrededor de 5 minutos, hasta que su color aumente en brillo. Este proceso me encanta, porque una de las cosas más impresionantes de la cocina son los colores que podemos obtener.
Enfriaremos la verdura con agua con hielos.
En una sartén fundiremos la mantequilla y la mantendremos en el fuego hasta que oscurezca. Este el momento de echar las zanahorias, que saltearemos ligeramente, durante unos minutillos, antes de añadirle el brandy.
En cuanto la sartén coja calor y las babies hayan admitido la grasa, rociaremos las zanahorias con el brandy, y las apartaremos del fuego para flambearlas. ¡Con mucho cuidado! Acercaremos una llama al vapor encima de la sartén, preferiblemente con un palillo o similar.
Serviremos cuando se apague el fuego, pero sin dejar que se evapore el caldo.
A mi, no me gusta ponerle sal, pero si no nos gusta de esta manera solo hay que añadírsela al agua de la cocción. Mejor si la probamos, porque con la sal y la salsa de soja, es probable que nos pasemos.
Artículos relacionados:
- Escalopines al limón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario