Aunque en la cocina una de las cosas más importantes es gastarse poco dinero, de vez en cuando hay que darse pequeños lujos. No es difícil que podamos satisfacer nuestros paladares al menos dos veces al mes, si sabemos aprovechar los restos de otros días y hacemos compras con cuidado.
El plato que os traigo hoy, no es excesivamente caro, pero tampoco es barato.
Vamos a utilizar unos escalopines de ternera blanca o rosada (dependiendo de la zona en la que nos encontremos recibe un nombre u otro), que como ya os he dicho no son baratos, pero la verdad es que le receta gana muchísimo con esta carne. Siempre podéis hacerlo con otro tipo de filetes, pero la ternera blanca es realmente adecuada porque es mucho más tierna y suave, que la carne de ternera roja.
La receta en si, es muy sencilla (no quiero liaros con platos demasiado complejos), pero la empezaremos a preparar un día antes, aunque este paso sólo nos llevara 5 minutos.
Vamos con la receta.
- 4 filetes de ternera blanca (o 12 escalopines)
- 1/2 vaso de zumo de limón
- 6 decilitros de nata líquida (600 ml)
- 1/2 vaso de aceite de oliva suave
- Harina para enharinar los escalopines
- Sal y pimienta blanca
- Perejil picado
El primer paso, ese del que os hablaba antes, es solamente dejar el zumo exprimido del día anterior. Puede que eliminemos la vitamina C, pero también parte de la acidez del limón, suavizando el sabor de la salsa.
Al día siguiente, empezaremos por salpimentar los escalopines. En el caso de que sean filetes, los cortaremos en tres trozos por filete para obtener los escalopines.
Con la harina, que no debe ser para rebozar, sino normal, enharinaremos la carne y en una sartén con el aceite bien caliente pasaremos, vuelta y vuelta, los escalopines. Solo un momento, pues si se doran, oscurecerán la salsa.
Una vez retirados de la sartén, le quitaremos a ésta el aceite y volveremos a echar la carne en esa misma sartén recogiendo de este modo el fondo proteínico que pudiera haber soltado la carne. Esto nos aportará sabor.
No hemos utilizado aceite de oliva virgen, porque al tener un sabor tan potente mataría otros sabores de la receta.
Pondremos la sartén con los escalopines en el fuego, añadiéndole el zumo de limón y dejándolo reducir hasta que se consuma.
Cuando hayamos terminado con el paso anterior, añadiremos la nata liquida con un poco de sal y pimienta, dejándola reducir de igual modo, aunque sólo hasta que espese. Salpicaremos por encima con el perejil picado y serviremos los escalopines con su salsa.
Este segundo plato se completaría con una guarnición de champiñones o patatas fritas, aunque unas zanahorias babies al brandy irían de perlas. Para saber como hacerlas mira en las siguientes recetas, pues explicaré como prepararlas muy pronto.
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