Dicen, aunque no puedo asegurarlo, que la rúcula tiene propiedades afrodisíacas.
Así como el marisco o las fresas o el chocolate tienen fama de ser auténticos y verdaderos afrodisíacos, cosa que tampoco puedo asegurar, la rúcula posee un sabor potente, con mucha personalidad, que posiblemente con su carácter salvaje le den ese toque exótico que necesita un alimento para estar categorizado así.
Realmente no he conseguido grandes resultados "erótico-festivos", ni con unos ni con otros, pero si que puedo asegurar que una cena bañada con un buen vino, una presentación adecuada y satisfaciendo los paladares con un buen plato, y las mentes con una conversación entretenida, conseguiremos mejores resultados.
- 250 gramos de rúcula
- 200 gramos de queso parmesano
- 100 gramos de jamón serrano en lonchas o tapas
Para el aliño - 5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de aceto balsámico di Modena
- Sal y pimienta negra
Meteremos la bandeja a 160ºC unos diez minutos hasta que quede crujiente y dorado, después lo dejaremos enfriar y lo reservaremos.
Después haremos lo propio con el jamón, poniendolo en el horno hasta que endurezca.
Lavaremos la rúcula y prepararemos el aliño mezclando el resto de ingredientes en un bol. Aliñaremos la verdura en ese mismo bol.
Presentaremos la ensalada preparando un bouquet con la rúcula ya aliñada en el centro del plato, le colocaremos unos trozos del crujiente de queso y de jamón por encima y serviremos.
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