Una forma divertida y útil para que los niños coman zanahorias, es elaborando con ellas flores.
Hoy no voy a explicaros como hacer en casa las flores más complicadas, si no que empezaremos por unas sencillas, que nos pueden servir muy bien para usarlas en unas lentejas estofadas o en sopas, por ejemplo, para alegrar el resultado.
Como ya digo son sencillas de hacer, pero quizás complicadas de explicar describiendo su elaboración, así que intentaré hacerlo lo mejor que pueda.
Lo que queremos conseguir, es que las rodajas de zanahoria parezcan flores, de tal manera, que viéndolas desde arriba, parezcan un tipo de flor similar a una margarita de 6 ó 8 pétalos.
Para ello, imaginaremos que hemos cortado una rodaja y le hacemos unos cortes en pico y hacía dentro desde el exterior, es decir, en forma de V (la parte ancha hacia afuera y la estrecha hacia adentro).
Repetiremos la operación a cada poco consiguiendo que el círculo exterior de la rodaja sea interrumpido por los cortes en V de los que hablábamos, consiguiendo así una flor. Los cortes no deben ser muy profundos, pues si llegan a la parte central de la zanahoria, se abrirán y no lograremos el resultado que deseamos.
Como no querremos estar todo el día, cortando rodajas para convertirlas en simuladas flores, haciéndolas de una en una, la manera más rápida es haciendo unos canales a lo largo del alimento, con una puntilla, que introduciremos de forma oblicua y con la punta un par de milímetros, de principio a fin.
Repetiremos el proceso cambiando el ángulo de la puntilla, para conseguir el canal en V que mencionábamos. Podemos hacer todos los canales que queramos, pero con 6 ó 8 habrá suficientes.
Luego, solo habrá que cortar la verdura en rodajas para que las flores estén terminadas.
Podemos hacerlo con las zanahorias en crudo o ya cocinadas, pero os recomiendo hacerlo en crudo y con mucho cuidado de no cortarse.
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