Como hace ya algunos días que no publico algún postre, hoy, decidido a hacerlo, me he acordado de un postre argentino, del que no disfruto hace tiempo y que siendo muy sencillo, me parece riquísimo.
La verdad es que a los que no somos excesivamente golosos, quizás nos parezca muy dulce, pero merece la pena, al menos, probarlos. Un dulce siempre motiva.
- 1 lata de leche condensada
- 1 paquete de canelones
- 75 gramos de almendra picada
- Azúcar glas (para espolvorear por encima)
El dulce de leche, se puede hacer en casa de otras maneras, pero lo más sencillo es prepararlo, cocinando al baño maria, una lata de leche condensada por espacio de dos horas.
A mi personalmente, me gusta mucho la leche condensada La Lechera, quizás por tradición.
En este proceso, la leche condensada caramelizará y conseguiremos un dulce de leche fácil de hacer y de un color beige o marrón claro.
Coceremos en abundante agua (sin sal), los canelones. Para que no se nos peguen, los iremos echando en el agua hirviendo, uno a uno. Los panqueques suelen hacerse con tortitas, pero con canelones también.
Los coceremos tres minutos más del tiempo recomendado por el fabricante, para que queden tiernos y manejables.
Los secaremos en un paño extendido en una mesa, colocándolos separados y cubriéndolos con otro paño.
Rellenaremos la pasta con el dulce de leche, reservando un poco para decorar.
Haremos unas líneas de dulce de leche, encima de cada panqueque y decoraremos con la almendra picada - que se unirá a las líneas- y espolvorearemos con azúcar glas.
Serviremos bien fríos.
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