jueves, 25 de octubre de 2007

Trucos útiles: Huevos duros perfectos

Aunque no lo creáis, la física influye, al igual que la química, de forma directa en el mundo de la cocina.

De hecho, yo personalmente, creo que la mayoría de los platos tradicionales que conocemos, vienen muchas veces de errores o de pruebas muy posiblemente derivadas de la pobreza, es decir, que muchas veces la gente mezclaba lo que tenia en la despensa, sin saber el resultado y después, si lo que habían inventado estaba rico, volvían a repetir, haciéndolo tradición con el paso del tiempo.

Creo que todos estaréis de acuerdo conmigo en que, el que acercó el maíz al fuego para hacer palomitas, no tenia esa intención, ya que la explosión que producen, tuvo que asustar más, que ser algo esperado.

En el caso de los huevos hervidos, cocidos o duros, la física influye, de tal manera que añadiéndole sal al agua de la cocción, aumenta su densidad. ¿Pero que beneficio conseguimos?

Muy fácil, la yema, al encontrarse en una solución más densa que el agua, tiende a equilibrarse y curiosamente se centra en la clara. De este modo si cocinamos los huevos en agua con sal, lograremos un corte perfecto, que dejara la clara a los lados y la yema en el centro. Si le echáis un vistazo al teorema de Arquímedes, veréis lo que digo.

El tiempo, medida imprescindible en la física, es también muy importante en la cocina, pues en muchos casos un minuto de más o de menos determinara el resultado. Si cocinamos los huevos demasiado tiempo, adquirirán un color verdoso alrededor de la yema y si poco, la yema no cuajara.

Este truco vale millones.

Los huevos quedaran perfectos, y si no hagamos la prueba, si los mantenemos en ebullición durante 10 minutos exactos, contando siempre a partir de que el agua comience a hervir.

Para que el calor no lo recueza, los enfriaremos rápidamente (para esto podemos utilizar agua con hielo).

Los huevos demasiado frescos (menos de una semana), se pelaran mal, igualmente que si no están suficientemente fríos, ya que la cáscara, no aumenta tanto su volumen por el calor, como el resto del huevo.

Hasta aquí el truco de hoy, espero no haberos recordado a algún profesor de física y química.


Artículos relacionados:

No hay comentarios:

Add to Technorati Favorites